jueves, 29 de enero de 2015

Muertes por incendio en el ámbito rural

 
En el artículo sobre “Muertos por incendio en los pueblos”, que tomaba como referencia datos del año 2011, se desvelaba que había una relación directa entre el tamaño de la población y el número de víctimas mortales por incendios. 
  
A pesar de que un solo año no es una muestra suficiente para obtener resultados estadísticos concluyentes ya se podía apreciar que, desde el punto de vista de la seguridad contra incendios, vivir en una pequeña población, de menos de 1.000 habitantes, era mucho más peligroso que vivir en una gran ciudad: exactamente en el año 2011 había cinco veces mayor riesgo de morir en un incendio en un pueblo que en una gran capital.

Ahora, tras haberse publicado el Estudio de víctimas de incendio de 2012 y 2013, de APTB y FUNDACIÓN MAPFRE ya disponemos datos de tres años consecutivos que nos ofrecen una muestra más amplia para poder analizar esta variable del tamaño de la población en relación con el número de muertes por incendio.

Veamos en un gráfico los resultados de la tasa de muertos por millón de habitantes de los tres últimos años por tramos de población de las ciudades donde han ocurrido los incendios.
Podemos observar que los resultados no se alejan mucho de los ya analizados del 2010. A la vista del gráfico, aún siendo conscientes de que tres años tampoco son una muestra muy grande(1), podemos afirmar que en las poblaciones más pequeñas, las de menos de 5.000 habitantes la tasa de muertos por millón de habitantes se dispara. Respecto de las poblaciones más grandes, la tasa es prácticamente el doble en las poblaciones de 1.000 a 5.000 habitantes y entre 3 y 4 veces mayor en las poblaciones de menos de 1.000 habitantes. Estos datos corresponden al número total anual de muertes en incendios y explosiones en todo el territorio español y por todas las causas.

Afortunadamente, en el último estudio, con el fin de disponer de mejores datos de cara a la prevención de incendios en el hogar, se ha realizado un análisis diferenciado sobre los fallecidos exclusivamente en edificios de vivienda y eso nos va a permitir comentar la misma correlación entre muertes de incendio y tamaño de la población de los fallecidos en incendios de vivienda.

 
 
Haciendo nuevamente la salvedad de que en este caso son solo dos años de periodo de muestra, vemos claramente que la tasa de los incendios de vivienda que producen muertes es prácticamente igual en todas las ciudades independientemente de su mayor tamaño, exceptuando las poblaciones de menos de 1.000 habitantes, donde la tasa de muertos por incendio es aproximadamente cuatro veces mayor que en el resto de ciudades.


Así pues, podemos establecer una categorización de este riesgo y podemos empezar a hablar de un riesgo cuantitativamente diferenciado entre el ámbito urbano y el ámbito rural(2). A la vista del gráfico, desde el punto de vista de protección contra incendios, parece dibujarse una frontera fatídica entre las ciudades y los pueblos; entre el ámbito rural y el ámbito urbano.
 
A partir, de este momento, los analistas de riesgos, los planificadores de la atención de emergencias, los estrategas de la prevención, deberán tener en cuenta este factor de riesgo de incendios en el ámbito rural, en los pueblos, que según este estudio (en 2013) se multiplica por 4 respecto de las ciudades.

Ya lo mencionaba en el artículo anterior: a tenor de estos resultados debemos recomendar a todos los que se dedican a realizar acciones de prevención (entidades de protección civil, servicios de bomberos, prevencionistas de riesgos laborales, policía local, entidades de acción y bienestar social, emergencia sanitaria, médicos rurales, etc.) que presten especial atención a la divulgación de los hábitos seguros de prevención destinados a los habitantes de los pueblos pequeños. La prevención de incendios ha de hacerse mediante campañas de prevención de forma presencial, cara a cara y boca a boca. No vale, como decía el otro día un político sevillano, para justificar sus acciones de prevención de incendios ante la oposición municipal, que ya habían colgado en la web del ayuntamiento un decálogo de comportamiento y normas de prevención de incendios. Seamos serios, eso no es prevención, eso es un paripé para guardar las apariencias.
 
(1)    Considero que para conseguir resultados estadísticos fiables de un estado como España el periodo de obtención de la muestra ha de ser de cinco años. Para una comunidad autónoma el periodo de observación debería ser de 10 años.
(2)    El análisis del riesgo de incendio en el ámbito rural será el tema tratado en un próximo artículo, en el que intentaré explicar los factores que intervienen en la existencia de un mayor riesgo de incendio en el ámbito rural.

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Publicado el 29 de enero de 2015

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2 comentarios:

  1. Realmente interesante el estudio y análisis de estadísticas, Creo que hay varios factores que pueden influenciar estos datos tan terribles en poblaciones rurales, Tanto de accesibilidad de servicios de emergencia, por factores ortográficos,,distancia, de cobertura dado que entiendo que la gran mayoría de las poblaciones de menos de 5000 h no poseen servicios de bomberos exclusivos, ya sea profesionales o voluntarios, La mayoría de los países cubre con parques voluntarios estas poblaciones para realizar el rescate y primer ataque al fuego, hasta tanto son enviados profesionales desde las ciudades mas grandes para el control final del fuego. En España tenemos que la descentralizacion de parques profesionales tal vez no sea la suficiente y en donde existe, los parques tienen 2 o 4 bomberos, con lo que el exito en un rescate en un fuego rural entiendo debe ser de porcentaje muy bajo, No puede achacarse la mortalidad solamente al factor rescate, dado que aun en las grandes ciudades con servicios muy efectivos de bomberos la mortandad existe, Un veterano jefe de Bomberos Voluntarios me decía que la mejor manera de extinguir un fuego era que no se produzca, Aquí intervienen factores como el uso de calefacción alternativa, a las mas modernas, tipo de viviendas y sus materiales constitutivos, instalaciones eléctricas y su control, momento económico social en que se producen estos incendios, Los datos nos indican que debemos mejorar en estas zonas, soy un convencido de que parques de Bomberos Voluntarios con ingreso LIBRE y no un voluntariado encubierto con pagas al fontanero del ayuntamiento, por esa funcion, haria que como en Alemania que tiene 230.000 Niños en escuelas de bomberos a los cuales SE LES ENSEÑA PREVENCIÓN EN LOS PARQUES, Creo que nuestra solución pasa por EDUCAR Y FOMENTAR EL COMPROMISO DE LA PROPIA GENTE SOBRE ESTE TEMA, de otra manera la gente no participa, ve el problema como algo que deben solucionar los políticos o servicios de emergencia, Si no hay compromiso ni formación de la población en estos aspectos, no habrá bajas en las estadísticas rurales de incendios y accidentes mortales. Un respetuoso saludo, excelente articulo Javier-

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    1. Gracias por tus comentarios Daniel.
      No tenemos datos estadisticos de las personas rescatadas por los servicios de bomberos pues estos servicios no registran este dato en sus partes a pesar de lo importante que sería contar con este indicador. No obstante, comparto contigo el criterio de que no puede atribuirse la elevada mortalidad a que el éxito en un rescate en un fuego rural sea bajo. Creo firmemente en la solución que aportas para reducir las víctmas en el ámbito rural: "prevenir mediante la divulgación y la educación". Me gusta como lo expresas: Fomentar el compromiso de la gente.
      Sin duda los servicios de bomberos deben ejercer el liderazgo en este campo, aunque siendo sincero, les veo poco preocupados por esta PREVENCIÓN con mayúsculas que significa evitar que se produzcan los incendios.
      Saludos, Javier Larrea.

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