miércoles, 4 de marzo de 2015

Muertos por causas externas en 2013


Ya se han hecho públicas las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística -INE- de defunciones según la causa de la muerte en España del año… 2013. Analizamos los resultados en este artículo.

A algunos les parecerá que no resulta un ejemplo de eficiencia llevar un año de retraso, pero los que solemos manejar los datos del INE estamos de enhorabuena pues hace pocos años solían hacer públicos los datos a partir de abril o mayo, así pues nos encontramos ante una mejora que esperemos que siga en progresión, para que alguna vez podamos tener las estadísticas de un año al mes siguiente de haberlo terminado. Esto que parece difícil, no ha de ser imposible con las tecnologías que se usan hoy en día. Si se quiere se puede, y si no, veamos lo que se tarda en obtener los resultados de una consulta electoral, cuando apenas ha pasado un par de horas desde el cierre de los colegios electorales y ya tenemos el 98% de los datos escrutados.

Bueno, a lo que iba. Yo suelo mirar y analizar las estadísticas relativas a lo que el INE clasifica como defunciones por causas externas de mortalidad, lo que podemos llamar coloquialmente como muertes accidentales, que es a lo que se refiere este artículo (1).

Comentaré lo que más me ha llamado la atención de los datos del año 2013. En primer lugar, un dato que ya conocíamos, pues lo suelen publicitar en cuanto lo tienen las autoridades: la reducción del número de muertes por accidentes de tráfico. Han sido 1.807 víctimas mortales y siguen descendiendo año tras año desde el siglo pasado. De ser la primera causa de muerte accidental con más de 6.000 víctimas anuales ha pasado a ser la cuarta causa.

 Muy por encima de los accidentes de tráfico está la que ya es la primera causa de muerte externa en España: los suicidios que ascendiendo a 3.870 muertes –otro nuevo record- ocupan el primer puesto (incremento del 9,3% sobre el año anterior). El año anterior se superaron las 3.500 muertes por primera vez en la historia de España y nos vamos acercando a las 4.000. Creo que no somos conscientes de que una de cuatro personas fallecidas por las causas analizadas en esta estadística se produce por suicidio (el 26,4% del total se suicidan).
 
Otro dato llamativo es que las muertes por caídas accidentales con 2.672 (incremento del 11% sobre el año anterior con 2.407) siguen ascendiendo y alcanzan su record histórico. Ya en 2012 pasaron a ocupar el segundo puesto en este trágico ranking, desde su habitual cuarto puesto en la última década.
 
La causa que ocupa el tercer puesto es la de los ahogamientos, que con 2.208 fallecimientos en 2013 está por encima de los dos mil muertos al año desde hace casi una década.


En el gráfico mostrado de arriba, encima de estas líneas, se representa la evolución de los accidentes que yo llamo de primera división, es decir los que arrojan más de 1.000 muertos anuales. Y en el gráfico siguiente, debajo de este párrafo, muestro la evolución de las causas de muerte accidental que producen menos de 1.000 fallecimientos al año.
 

En cuanto a los fallecimientos por incendio es de resaltar y apreciar que las 144(1) víctimas mortales en 2013 son el número más bajo de la historia y continúan ocupando el último lugar de las causas de muerte accidental –por debajo de las 315 muertes por agresión (homicidios)-. Haciendo un análisis triunfalista de este dato podemos situar a los servicios de bomberos y a la política de prevención de incendios como la más eficiente llevada a cabo entre todos los servicios públicos que se dedican a prevenir muertes evitables. Un análisis objetivo y pragmático de estas muertes y de los recursos dedicados a su prevención podría llevarnos a la inevitable conclusión de que los servicios de bomberos deberían hacerse cargo de la atención a otros riesgos que amenazan a nuestra sociedad, ya que el riesgo de incendio ha pasado a ser el que menos víctimas ocasiona; y después de todo los servicios de bomberos fueron creados para atender a los principales riesgos que amenazan a una sociedad.

Aunque se observaba una  tendencia de los últimos años a la disminución de las muertes accidentales, este año se han producido 14.678 creciendo un 9% sobre el año anterior. Es triste saber, como sabemos, que aparte del INE que cuenta los muertos, no hay nadie, en el Estado, ni en las Comunidades autónomas, ni en los Ayuntamientos, ni en ninguna Administración, que sea responsable de analizar estos números, ni de organizar políticas o respuestas de la administración pública para reducir drásticamente estas muertes.

Supongo que algún día, alguien, en algún lugar, por alguna razón, de alguna manera, decidirá hacer algo.

(1)     Hace un año publiqué un artículo parecido a este sobre los datos del 2012, en la revista Emergencia 112 editada por la APTB.
(2)   El Informe de víctimas de incendio elaborado por APTB y FUNDACIÓN MAPFRE 2012 y 2013 ofrece el dato de 132 víctimas mortales para 2013. Esta diferencia se produce probablemente porque el INE computa en este epígrafe algunas víctimas por quemaduras que no han sido originadas por incendio.

Publicado el 4 de marzo de 2015

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