martes, 31 de marzo de 2015

Bomberos en procesiones de Semana Santa

 Acompañamiento de Bomberos en Semana Santa en Ronda (Malága) 
Con el titular "¿Debe cobrar un bombero por escoltar una imagen de una procesión religiosa?", la semana pasada en la página web www.asturias24.es se daba cuenta de la denuncia de un sindicato asturiano contra el Ayuntamiento de Oviedo por el pago de horas extras a unos bomberos por participar en una procesión religiosa. Partiendo de esta noticia y aprovechando que estamos en Semana Santa, traigo al blog el asunto de la participación de los servicios públicos en las ceremonias religiosas.
 
La Semana Santa, para la mayoría de la sociedad actual es una semana festivo-vacacional, pero en su origen es una celebración religiosa católica de gran implantación social en el Reino de España. Para muchas comunidades, y ciudades trasciende lo religioso para convertirse en un reclamo turístico. El arraigo social de algunas tradiciones religiosas como las procesiones de semana santa y la herencia política recibida del régimen pre-democrático de alineación ideológica del Estado con la Iglesia Católica ha provocado que se siga produciendo la participación de las instituciones (del Estado, de las CCAA, de la Diputaciones, Comarcas, Ayuntamientos, Cabildos, Consejos insulares, y de otras instancias de la administración pública) en eventos y celebraciones religiosas.  
 A pesar de la aconfesionalidad del Estado declarada en la Constitución Española, aún es frecuente ver como las administraciones españolas hacen suyas muchas de las celebraciones religiosas y no solo subvencionan económicamente la celebración de dichos eventos sino que dedica grandes recursos públicos (incluyendo el trabajo de muchos de sus funcionarios) a facilitar el adecuado desarrollo de los actos en la vía pública y a garantizar su seguridad. Pero, en ocasiones se va aún más lejos y son los propios funcionarios los que forman parte y son protagonistas en la celebración religiosa en nombre y representación de la institución pública a la que pertenecen. Por ejemplo en Málaga, “algo característico de esta ciudad es la escolta de los cuerpos militares y de seguridad del Estado a los Sagrados Titulares que veneran, como la Brigada Paracaidista, la Legión, la Marina, los Regulares, los Infantes de Marina, la Policía Local o la Guardia Civil(1).
 Soldados de la Legión española desfilando con el Cristo de la Buena Muerte 
En muchas ciudades los pasos, tronos de las procesiones de Semana Santa son acompañados con miembros de los cuerpos de seguridad pública ataviados con sus uniformes institucionales y también ocurre en otros festejos patronales y romerías, en que bomberos, policías y miembros de protección civil custodian o acompañan a los iconos religiosos  o imágenes desfilando junto a ellas.
 
 
Para algunos, tan acostumbrados a contemplar esta situación como algo absolutamente normal desde su infancia, les puede resultar fuera de lugar que se ponga en cuestión esta costumbre. Los defensores de estas tradiciones argumentan que la participación se realiza de forma voluntaria a título personal. Pero me temo que no verían con los mismos ojos, una misión voluntaria de bomberos españoles con sus uniformes o de soldados de la Legión en peregrinación a La Meca pagada con el presupuesto de sus ayuntamientos.
 
Miembros de Protección Civil en la Semana Santa de Vigo

Desde hace años se debate si en un país laico los servicios públicos han de participar en las ceremonias religiosas, pero ahora, en una sociedad sumida en una profunda crisis económica con recortes en servicios públicos básicos, en la que empieza a aparecer el culto a otras religiones y que el ateísmo y agnosticismo ganan terreno, es más que lógico que resurja el debate y se desee acabar con esta connivencia entre catolicismo y Estado que incrementa el gasto público.
 
La percepción de pluses, horas extras, más tiempo libre, o cualquier tipo de compensación por asistir voluntariamente a actos religiosos, independientemente de la religión de que se trate, deberían estar proscritas. Resulta evidente que quienes vayan no deben cobrar dinero público ni tampoco hacerlo en horas de trabajo pagadas por los contribuyentes.
 
No solo hay una religión en España. Es cierto que el catolicismo es la religión dominante, pero van apareciendo otros cultos que se van extendiendo y que también podrían exigir de la administración la misma atención. Creo que las administraciones públicas no han de participar aportando personal a los actos propios de cada religión de ninguna manera, ni en procesiones católicas, ni musulmanas ni adventistas, aunque los funcionarios quieran hacerlo con carácter voluntario. Las creencias religiosas y la práctica de una religión es algo personal y ha de realizarse en el ámbito de la esfera privada sin mezclarlo con lo público. Quién desee participar en una celebración o festividad de su religión debería hacerlo a título personal en su tiempo libre y con su ropa y con los gastos a su cargo. 
 Hermandad del Cuerpo de bomberos con la Virgen de La Paloma 

La participación de la administración en los actos y acontecimientos religiosos en que se produce ocupación de la vía pública  debería de ser la misma que en los otros eventos organizados por otras entidades culturales. Los funcionarios tenemos que mantener nuestra independencia, no solo política, sino también religiosa para lo que debemos entrenarnos en mantener la equidistancia entre los cultos religiosos. En ningún caso deberíamos implicarnos, ni participar en la celebración de ningún tipo de acto en representación de nuestra administración. La inercia del pasado que aún tenemos en España debemos ir superándola poco a poco. No es tarea fácil, tenemos mucho que aprender para ejercer la laicidad, para ser un Estado laico de verdad (2).
 
Creo con absoluta convicción que religiones y Estado han de estar lo más separados posibles.  Los ejemplos que vemos en el mundo en que se mezclan la religión y el Estado, su dios y el gobierno, las creencias y la Ley, producen pavor.
  
(1)     http://es.wikipedia.org/wiki/Semana_Santa_en_M%C3%A1laga
(2)     Seguro que habrá algún bombero que está de acuerdo con lo que expongo, incluso que se opone a que haya crucifijos en las aulas del colegio de sus hijos, que acepta de buen grado que en su parque de bomberos haya una imagen o figura de San Juan de Dios.

Publicado el 31 de marzo de 2015

 

2 comentarios:

  1. Buen día Javier, antes que nada decirte que soy católico, Pero desde ya te digo que no me agrada lacerarme la espalda con látigos ni cortarme con cristales, ni llevar una cruz de 80 kilos arrastrando. O usar una corona de espinas, Yo veo que la tradición de muchos pueblos de España, a pasado a ser un evento turístico, en donde cada pueblo ofrece su fiesta de semana santa como la mejor y los políticos sacan rédito de eso. No hay un duro, todo el mundo en el paro pero llega esta fecha y no queda ni "cristo", en el pueblo. No hay dinero para nada, pero si para pagar estas cosas. que deberían ser pagadas POR NOSOTROS LOS CATÓLICOS, como hacen los Testigos de jehova con sus asambleas o los adventistas con sus reuniones de los sábados. Dudo mucho que al Papa Francisco le agrade que un ayuntamiento pague decenas de euros a quienes llevan a la virgen. Hemos desvirtuado todo, la religión no es mala, lo malo es la interpretación que hacemos de ella y el negocio económico y de poder que las rodea a todas las creencias o no creencias humanas,. La religión es una forma de vida, que debería ser respetuosa con los demás pensamientos, pero recuerda Javier que los humanos somos egoístas por genética. Yo no me creo que seamos un sistema laico, esas son todas palabras bonitas que nos suelen vender quienes escriben algo que no se respeta, (la constitución y los derechos básicos de las personas). Siempre el poder manda contra todo, el poder manipula y adquiere formas diferentes, de religioso, de militar, de político, de empresario, de deportista, y a todos ellos les damos EL DIEZMO LOS CONTRIBUYENTES, en varias y diversas maneras, La política "siempre" tiene un doble mensaje, no hay dinero para ambulancias y un técnico sanitario titulado gana en España entre 700 y 1070 euros, con su nuevo contrato de practicas por dos años, Ahora bien en las próximas elecciones los PUEBLOS DE MENOS DE 100 HABITANTES TENDRÁN 3 CONSEJALES. Ni quiero saber cuanto van a ganar pero seguro que mas que un técnico de emergencias, pasa todo esto a los festejos de semana santa, A donde va parar el dinero publico? El dinero publico va para adorar a los dioses, del poder. Los verdaderos dioses de nuestra democracia. Un abrazo, muy valiente tu escrito.

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  2. Muy de acuerdo con lo que expones, Daniel,
    El dios actual con más seguidores es el dinero o el poder (creo que son sinónimos).
    Yo también soy de formación cristiana, de colegio de curas, y tengo en gran estima a mis educadores (jesuítas) que me enseñaron como un gran principio vital la integridad, defendiendo con respeto a los demás las propias ideas en un ejercicio de libertad y coherencia. Por eso me cuesta entender como algunos sindicatos de izquierda vinculados a partidos políticos ateos defienden la presencia en las procesiones y que susu afiliados -algunos ateos o agnósticos- se sumen con entusiasmo a una celebración religiosa con un incompresible fervor.
    Gracias por piropo de "escrito valiente". La verdad es que me ha costado perder algunos seguidores en las redes sociales, pero como decía en el primer post de este blog que lo titulé "Opinión libre" ahoro firmo debajo de lo que pienso con absoluta libertad. Tengo esta suerte y eso me hace sentirme muy bien.
    Saludos.

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